Y un día te levantas. Con esa sensación de que todo debe ir bien, de que todo va a ir bien. El Sol brilla, y tú, tú te sientes bien. Sabías que después de la tormenta venía la calma.
Sales de la cama, te vistes, te peinas y no te hace falta maquillarte, “¿Por qué? “ Te preguntas. Te sigues preguntando el “¿Por qué?”. Sencillo, hoy es tu día, estás a gusto contigo misma y te da completamente igual todas las calorías que recorran tu cuerpo. Disfrutas como una niña pequeña del delicioso desayuno… ¿Qué más da? Eres feliz.
Por eso, hoy te digo: Disfruta, vive la vida a tu manera, sonríe, no dejes que la sociedad te acompleje con sus modelos de belleza, eres hermosa.